Liberación femenina: Mujeres cazadoras; mujeres liberadas,
mujeres empoderadas
La cazadora norteamericana Ashlin Adams con un venado al que
abatió
Durante las últimas décadas es frecuente escuchar hablar de
la “liberación femenina”, más recientemente se habló de las “mujeres liberadas”,
y en los últimos años se oye hablar y discutir del término “empoderamiento” de
la mujer, y de las “mujeres empoderadas”, pues bien, la liberación femenina o emancipación
de la mujer, es un concepto sociológico que se refiere al proceso histórico y
social por medio del cual las mujeres han ido conquistando ciertos derechos y
libertades que antiguamente no tenían al vivir dentro de una sociedad con
rasgos claramente machistas, por lo que la frase “mujeres liberadas”, se
refiere a aquellas mujeres que han logrado desprenderse del yugo machista, y
cuando se habla del “empoderamiento” de la mujer, en realidad se habla del proceso
mediante la cual la mujer, subjetivamente, se considera poseedora de mayores
derechos y facultades, cuando adquiere confianza en sí misma y adquiere mayor
control sobre su propia vida, por lo que al mismo tiempo es capaz de influir
con mayor fuerza e incluso adquirir mayor control sobre las circunstancias que
la rodean, de cierto modo, adquiere poder.
Pues bien, aclarados los anteriores conceptos, cabe decir
que todos ellos, tanto el de “mujeres liberadas” o el de “mujeres empoderadas”
pueden aplicarse perfectamente a las mujeres cazadoras, es decir, las mujeres
que practican la caza deportiva en cualquiera de su modalidades, ¿por qué?,
pues es simple; las mujeres cazadoras, desde luego, han logrado liberarse del
yugo o de la opresión machista, una cazadora es una chica que no necesita pedir
permiso a los varones ni a la sociedad machista para practicar su afición, sino
que lo hace porque ella así lo ha decidido, por otra parte, una cazadora
deportiva o que práctica la caza por recreación y gusto, es prácticamente en el
100% de los casos, una mujer en extremo segura de sí misma, una mujer fuerte y
de firmes decisiones, no es la típica mujer oprimida que tenga que pedirle
permiso al varón o buscar la aprobación de una sociedad retrógrada y machista,
sino que por el contrario, es una chica capaz de tomar sus propias decisiones,
y cómo si todo eso fuera poco, la mujer que practica la caza deportiva es
siempre una mujer “empoderada”, una chica que además de ser libre, posee armas
y sabe usarlas, deja de ser la mujercita oprimida que tiene que pedir permiso o
acatar órdenes machistas, para convertirse en la mujer libre y segura de sí
misma, en la mujer firme y decidida cuyas decisiones deben respetarse, en una
mujer poderosa que ha roto los estereotipos y que se atreve a hacer lo que le gusta
sin necesidad de buscar aprobaciones absurdas, la mujer cazadora es siempre muy
ella, muy segura, muy firme, siempre decidida, y siempre fuerte.
La cazadora norteamericana Tiffany Ann con un venado abatido
por ella
Las mujeres que practican la caza deportiva son todo eso y
mucho más, son siempre mujeres plenas en todos los sentidos, mujeres que viven
su vida de la forma más intensa posible, mujeres plenas, poderosas, y felices.
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